Este nuevo álbum tiene
una obertura compuesta
 por Bambi Moreno
Charpentier y Edy Lanz,
orquestada, épica y
muyromántica a cargo
de la Filarmónica de
Praga, que le da paso
a “Tus horas mágicas”
que ponen el clima bien 

arriba, con una letra entre romántica y dark, con bueno trabajo de las
maquinas, el bajo procesado y las guitarras.
“Las Cosas que pasan” va despertando de a poco hasta llegar un
estribillo pegadizo y un puente pegadizo y bien rítmico, mientras Chano
 cuenta las cosas buenas y las malas de un amor, y las cuerdas de la
 Filarmónica de Praga apoyan los momentos más dulces pero también
 los más enojados de la canción, hasta que el final se apoderan de la
 canción junto a la base de Diega en batería y Bambi en bajo.
Sobre el final de la canción, las cuerdas acompañan solas a Chano que
 cuida su garganta y busca transmitir emoción, sin pifias ni descuidos.
“La manera que eligió para matarme” abre con un bajo procesado y una
batería electrónica, hasta que las cuerdas y los vientos y bronces entran
en un toque casi barroco para reafirmar la frase que le da el titulo a la
canción. Y lo vuelven a hacer al final de la canción.
“Un poco perdido” que cuenta con la participación del colombiano
Juanes, se abre lenta y con un sonido bien de los ’80 con baterías
y cajas de ritmo, además de un teclado, para armar la canción con la
letra más larga del disco y la más elaborada. Y la participación de
Juanes no implica que la canción tenga aires caribeños, que los TB
eludieron elegantemente.
En “Un poco perdido” Tan Biónica juega con esos toques épicos
rockeros que tanto ama Bambi, a lo Muse y lo Coldplay, pero esta vez
 la apoyatura surge desde la base, con Nikko Taranto acompañando a
Diega, a los que se suma Ignacio Macaluse en percusión y Germán
Guarna en piano.
“700 toneladas” tiene la apertura más orgánica, con dos guitarras, una
percusión, cuidadosa, un theremin sintetizado, el bajo procesado, y
 unos bronces dándole otra vez toques más graves casi a lo Van Dyke
Parks, que concluye con un Chano repitiendo en francés, una frase que
 traducida significa “tu alma alivia el sufrimiento”. Mientras hacia el final
la parte instrumental mezcla diferentes baterías produciendo ritmos que
 chocan.
Escuchando los arreglos tanto de cuerdas como de bronces, queda
claro que Bambi es fanático de los trabajos de Ennio Morricone en los
western spaghetti, como también de la carga de caballería de la cantata
 “Carmina Burana”.
El primer single de este digo fue “Hola mi vida”, una canción romántica,
bien electro-pop, con teclados, la batería electrónica, el bajos
sintetizado y la guitarra entrando y saliendo, hasta que toma cuerpo de
hit y abre el tramo más bailable del álbum que sigue con
“A.M.E.R.I.C.A.” tocada con batería electrónica, bajo procesado y a
varios sintetizadores.
“Victimas” sigue envasada en ese sonido electro-pop pero ya gana
 espacio la guitarra de Sebastián Seoane y un batería electrónica
golpeada por Diega, con Chano saldando cuentas románticas con la
frase “sin vos muñeca, no tiene sentido y sabes que no hay renuncias
eternas sin libertad”.
La “Otra Manera” abre calma y de a poco la voz de Chano va subiendo
 de tono, al igual que el acompañamiento instrumental. El piano da una
suaves acordes de apertura a “No me atreví a sugerir que te mueras”,
 casi como una cancioncita de cuna, algunos toques de sintetizadores,
 y otros instrumentos. Y aun así desnuda y emotiva, la canción tiene
pasta de clásico y vestida puede ser coreada y saltada por todo el
piberío bionico.